0130 horas: El General Todosmevalen y su pequeño equipo táctico se mueven sigilosamente por los pasillos del hotel. La misión: tomar desprevenidos a todos los revoltosos que duermen pacíficamente en el supuesto lugar de descanso… A una señal, el equipo ejecuta su movimiento con sincronía perfecta: “Que onda cabrón!!!!” Grita uno, “No mames, el lugar está poca madre, güey” Exclama otro; una más grita a todo lo que dan sus pulmones “Y se ve que es rete silencioso!!! No mames, que chido!!!!”.
0131 horas: El teléfono en la centralita de la administración comienza a sonar… Sin duda, algún revoltoso llamando para obtener refuerzos, y acabar con el valiente esfuerzo del General y su tropa, quienes gracias a la generosísima y siempre necesaria dotación de alcohol que han ingerido, resistirán hasta las últimas consecuencias.
0135 horas: Personal del hotel, obligados por las masas de revoltosos, rodean al heróico escuadrón del General, y los obligan a retirarse a sus habitaciones. Perdieron la batalla, mas no la guerra.
0600 horas: El General logra reunir a sus maltrechos pero valientes soldados, y comienzan a aullar desaforadamente bajo la regadera, mientras se gritan mensajes codificados, como “Muévete huevón, o no quedará desayuuuuuu-noooooo-oh-oh!”
Los aturdidos y aterrorizados revoltosos se han despertado, ya no podrán volver a conciliar el sueño en todo el día, y se van de el magnífico hotel con un muy mal sabor de boca.
Definitivamente, esta vez el General y su escuadrón han ganado la batalla.