¡Alabado sea el señor!¡Dios bendito!
Resulta que el Juez encargado de revisar la acusación contra el cardenal Rivera, “obispo primado de México“, determinó que no tiene jurisdicción alguna, dado que tanto el acusador, como los acusados (y el mismo crimen) son de origen Mexicano (coño, de cuando a aquí eso los ha detenido para solicitar extradiciones a su reverendo antojo?).
Ante esto, el representante supremo de Dios en México se ha dicho complacido, y se siente satisfecho, piensa que se ha hecho justicia.
¡Oh alegría!¡Justicia divina! El que un juez determine que los crímenes de que se le acusa al Sr. Rivera no son competencia de la justicia norteamericana, es prueba más que suficiente de que el mentado obispo es inocente (al menos en su enferma y pútrida mente).
Ahora se supone que es la justicia Mexicana la que debe seguir el caso, evaluarlo y dictaminar. Joder, nada como la transparente, rápida, precisa e infalible justicia Mexicana, que no hace distingos de sexo, posición social, raza, ni ninguna otra característica, como la religión (Todos esos casos que aparentemente contradicen esta afirmación no son más que las excepciones que hacen la regla).
Vamos, si la justicia de este país no ha podido(querido?) mantener a raya a este tipo en cuanto a la separación Iglesia-Estado, no ha podido hacer que ni él ni tantos y tantos curas de mucho menor rango anden metiendo su cuchara en la política del país, que chingaos podrá(querrá?) hacer por esos niños, que “malinterpretaron simples abrazos“?
No estamos hablando de cualquier curita de algún pueblo perdido en medio de la sierra, se supone que este es el máximo representante de Dios en México, el que pone el ejemplo de cómo se supone que debemos vivir según órdenes divinas… Supongo que Dios ve con buenos ojos violar niños, y aún con mejores ojos proteger a quien lo haga (ésto último es de lo que se le acusa al cardenal). Francamente, me siento felíz, y ¿Por qué no? Orgulloso, de ser ‘no creyente’… Si esto es lo que uno saca por creer en Dios (“esto” quiere decir ser violado, ultrajado, cargar con el trauma que una violación conlleva durante tantos años, para finalmente ser violado, ultrajado de nuevo, esta vez por la “justicia”) yo me quedo como estoy, gracias.
Este tipo es el que nos hablaba de “proteger la vida a toda costa“, cuando se habló de legalizar el aborto. Claro, si violan a un niño pero lo dejan vivo, han protegido la vida (Joder, que el niño sigue vivo, un poco traumado tal vez, pero vivo). Esta rata de albañal (les pido mis más sinceras disculpas a las pobres ratas) amenazaba con excomulgar a todos aquellos que atentaran contra esas “pequeñas e indefensas” vidas, pero protegió (lo sigue haciendo) a un violador de niños!?!?!?!? Que clase de representantes tiene Dios?????
Joder, ya ni por la pura vergüenza de estar envuelto en un asunto tan asqueroso y turbio, tiene la humildad (que no predicaba eso un tal Jesús de Nazareth? Ser humildes?) de cerrar el hocico y desaparecer… Nooooooo! Ahora, él es la víctima! Lo “aterrorizan” con gritos y manifestaciones, se siente amenazado en su propia persona! Ay pobrecito… Sr. Rivera… Ese “terror” que Ud. siente porque le gritan “improperios“, no tiene punto de comparación con el sintieron(siguen sintiendo) todos esos niños violados, que según Ud. sólo buscan “la consecución de un inmoral interés económico” (Inmoral??? Conoce esa palabra???? No se mordió la lengua al pronunciarla? Debe ser la experiencia). Así que mejor vaya con sus puñeteros miedos nocturnos a algún lugar donde se los compren (que tal si va a pasar la noche con el padre Nicolás, eh? Eh? Vamos, que Ud. ya no es precisamente un mozalbete, pero quien sabe? Igual y le hace una excepción? Vaya, mera sugerencia, para que aprenda un poquito lo que es TERROR!).
Pero en medio de todo el borlote, ruido y notas que ha generado todo esto, queda una pregunta que nadie parece querer ver, mucho menos contestar…
¿Y los niños?